"El sentido no es nunca principio ni origen, sino producto. No hay que descubrirlo, restaurarlo, ni reemplearlo sino que hay que producirlo mediante una nueva maquinaria." Gilles Deleuze, 1969

jueves, 13 de enero de 2011

la voz Testino

en los últimos alientos de vida de la, hoy ya clausurada, finalizada y, de algún modo abstracto, fallecida colección de Mario Testino, exhibida en el museo Thyssen-Bornemisza desde el 21 de septiembre del año pasado, decidí exponerme a su voz, la del propio fotógrafo peruano, que a través de aquellas 54 obras, se expresaba con total libertad al precio de 5 euros. y justifico con firmeza aquel billetito azulito: gracias a ese precio pude acceder a los bajofondos del palacio-pinacoteca. y ahora me extiendo en esto.

todas las voces me importan, pero no todas las voces me interesan y mucho menos, no con todas estoy de acuerdo. Mario Testino, gran fotógrafo, tremendo publicista, demuestra altas dosis de personalidad en los retratos que acompañan la visita. y eso es un punto a su favor.
después, al pasar cuatro o cinco cuadros, no recuerdo el número preciso, te empiezas a dar cuenta de que te encuentras en el afuera de una vitrina, un escaparate, al que miras con entusiasmo, quizá con algo de morbo, un poco de curiosidad y altas dosis de cotilleo barato. de pronto te sientes como una turista perdida en pleno barrio rojo de Amsterdam. pero has pagado por ello, es decir, había intención, querías estar ahí.

Testino, repite, por enésima pero nunca última vez, los manidos (y sobados) discursos de la belleza femenina, del desnudo artístico y de lo que algunos osan llamar "la mujer Testino". permítanme la licencia de que espute cada uno de esos asuntos por separado:

· la belleza femenina

Sienna Miller
Roma 2007
Copyright 2010 Mario Testino

el discurso circundante a la belleza que realiza el fotógrafo especialista en moda, y más concretamente, de acuerdo al hilo temático de esta exposición, se zarandea con habilidad entre el vestido (artificioso y hasta hilarante, recurriendo en sobradas ocasiones al disfraz patético, incómodo y angustioso) y la ausencia de él. en el tránsito del cubierto al desnudo, el cuerpo femenino sufre la violencia simbólica -en términos de Bourdieu- del objetivo que las captura y encierra y del ojo que ahí las ha situado. esta supuesta belleza, Testino la dibuja a través de lo artificial. los cuerpos femeninos, en momento de congelación absoluta de su vida y pálpito latente, mueren por una décima de segundo para pasar a la eterninadad conformadas en maniquíes. la foto de arriba es ejemplo fiel de esta transformación abyecta. Sienna Miller, en mitad de un salón repleto de bustos de mármol y señalada por la rodilla de la estatua masculina de primer plano, se confunde entre la multitud como una escultura más. la artificialidad a la que es expuesta se hace aún más superlativa con la postura que adopta; esos brazos caídos y espalda corvada que ponen la tilde en el escorzo plástico de su figura.

· el desnudo artístico

Natalia Vodianova
Cannes 2007
Copyright 2010 Mario Testino

poco a poco, las figurantes de su particular escaparate de alta costura, van perdiendo poco a poco sus atuendos y accesorios para dejarse mostrar lo que podría haber sido, su corporalidad natural. lejos de conseguirlo, Testino, fiel a la artificialidad de sus representaciones, sigue prefieriendo la reiteración de los más típicos esterotipos que nos han acompañado durante siglos. los modelos tradicionales de la lolita (en la que la feminidad es el caldo sagrado de la eterna infancia), ligada esta última a la mujer muñeca (de belleza sin fisuras, perfecta, pero sin vida, innerte y dócil), las vírgenes (des-sexuadas, sin corporeidad ni materialidad física) sin olvidar a la eterna eva (pecadora, deseante, provocativa, la mujer de la perdición). y si pudiera parecer que con la exhibición del cuerpo en su más natural estado, podríamos asistir a una desnudez también de prejuicios, nos falla también en esto. Testino muestra un desnudo complaciente, sumiso, dirigido. la mirada de Natalia Vodianova en esta foto mira a alguien que está por encima de ella, al autor, quizá, al fotógrafo: al varón. su mirada refleja la posición de dominio (de quien está fuera de plano) y de subordinación. un desajuste que puede verse también en la posición de sus brazos, con los que se protege (el pecho y el vientre) y en la expresión de su cara, a un mismo tiempo, de provocación y de miedo.

· "la mujer Testino"

Kate Moss
Londres 2008
Copyright 2010 Mario Testino

haciendo un sobreesfuerzo sobrenatural, voy a tratar de obviar la grima que me produce tal término encomillado, que por supuesto, no es mío, pero que tanto ha reverberado en los últimos meses. que exista una mujer (una, así, en singular) que se califique por el apellido de un hombre, vulnera todos los aspectos imaginables de la coherencia crítica de la teoría feminista, así cómo de la lógica solidaria por la igualdad colectiva. pero pasando por alto esta muestra altanera de dominación masculina, nos queda el argumento justificativo de esta tal "mujer Testino". son mujeres de mentira, mujeres creadas por el ojo que las ha cautivado, son presas de la hegemonía masculina, esclavas de los estereotipos que reproducen ellas mismas una y otra vez, performativamente, en bucle y sin parar. son mujeres casi innertes, que han regalado sus kilos en pos de la fama -o de su profesión-, mujeres con mirada perdida (como Kate Moss en la foto, que vestiendo con patriotismo la mitad de la bandera británica ejemplifica de maravilla con su cuerpo los escándalos de los que ha sido protagonista en los últimos años). son retratos, al fin y al cabo, que ejemplifican a la perfección precisamente lo que debemos destruir. el cáncer silencioso que nos persigue y atormenta de soslayo, subliminal e incoscientemente. es, justamente, lo que debemos ver para no repetirlo jamás.

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